El súper delantero del Bayern Múnich se muestra satisfecho con su nuevo rol de mentor desde el banquillo, ya que de esta forma ha podido colaborar en el desarrollo de jóvenes promesas
Con la llegada de Vincent Kompany al banquillo del Bayern Múnich, Thomas Müller pasó de ser un titular indiscutible con el Bayern Múnich por casi 15 años a ser una segunda, tercera o cuarta opción de cambio al ataque. A pesar de todo, el mediapunta sigue siendo considerado uno de los símbolos en el equipo y el busca utilizar dicho reconocimiento en favor del equipo.
“Tengo este estatus, no porque se me haya entregado, pero porque he cumplido con cada rol, sin importar qué sea, con pasión”, revela el jugador del primer equipo del Bayern desde 2008, en entrevista para el sitio web oficial de la Bundesliga. “Quiero influir en mis compañeros de la forma más positiva y natural que pueda porque eso es lo mejor para mí y para el equipo”.
Reconocido por ser un elemento bromista al interior del vestidor, pero también por hablar públicamente para defender a compañeros o darles ánimos en los momentos importantes, Müller confiesa disfrutar de dar mentoría a los más jóvenes: “Cuando te acercas a un jugador más joven es claro que quieren ayudarlo a desempeñarse mejor para que puedan alcanzar su potencial y contribuir al éxito de todos”.
“Por ello resulta obvio para mí hacer eso, pero creo que no todos tienen la capacidad de cuidar a otros y enfocarse en su propio juego. También, tal vez por eso hay quienes no tienen la confianza suficiente para compartir información con otros. Por eso es por lo que trato de hacer menos reservados a los demás, aunque sea un poco”.
Con 35 años y ya retirado oficialmente de la selección de Alemania, Müller tiene contrato con el Bayern Múnich hasta el 30 de junio de 2025. Por ahora, nadie tiene claro si el futbolista extenderá su vínculo como jugador de campo, si pasará a ocupar una posición de carácter administrativa-ejecutiva o si abandonará definitivamente al club para el que jugó desde niño.
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