El caso de Lass Diarra ya modificó de forma transitoria al artículo 17 del Reglamento de Transferencias de la FIFA y promete seguir afectando a los clubes del futbol europeo
La FIFA anunció el ajuste de algunas normas de traspasos de formas transitorias como consecuencia de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en el “caso Diarra”. El Comité del Consejo del organismo rector global del futbol explicó que este cambio en el Reglamento de Transferencias de la FIFA es provisional y entra en vigor con efecto inmediato, además de informar que se siguen analizando posibles cambios al artículo 17: ‘Consecuencias de la ruptura de contratos sin causa justificada’.
Por medio de un comunicado, la FIFA aseguró que las regulaciones relativas a «daños por incumplimiento de contrato, responsabilidad solidaria, incitación al incumplimiento de contrato, certificados de autorización internacional y procedimientos ante el tribunal de fútbol se ven afectados» para de esta forma «garantizar la claridad y la estabilidad antes de los próximos periodos de registro, así como regulaciones uniformes en todo el mundo». También recordó que el mercado de fichajes de invierno se abre el 1 de enero.
El caso de Lassana Diarra ha sentado un precedente en el mundo del futbol porque deja de manifiesto que el actual sistema de registros y transferencias en el mundo del futbol tiene prácticas esclavistas. Lo anterior fue definido por TJUE después de que fallaron en favor del futbolista de 39 años, quien no quiso cumplir su contrato con el Lokomotiv de Moscú en agosto de 2014 después de que el equipo ruso decidió reducirle su salario unilateralmente. El equipo soviético decidió interponer una demanda ante la FIFA y este determinó que Diarra debía de pagar diez millones de euros a la parte afectada, además de señalar que todo aquel equipo que buscase su fichaje sería multado. El futbolista francés, en lugar de ir a otra autoridad como el Tribunal Supremo de Arbitraje Deportivo (TAS) acudió al TJUE y demando está práctica, teniendo un fallo a favor, lo cual marca un precedente a nivel mundial que terminará por cambiar las reglas en el mundo de las transferencias del futbol… al menos en Europa.
¿De qué trata el artículo 17 y cómo puede afectar al Bayern Múnich?
El artículo 17 de la FIFA regula las consecuencias de la ruptura de contratos sin causa justificada en el futbol profesional, buscando mantener la estabilidad contractual entre jugadores y clubes. Establece que quien rescinda el contrato debe pagar una indemnización, cuyo monto se calcula considerando factores como el tiempo restante del contrato, los ingresos previstos y los costos incurridos por el club. Por ejemplo, si un jugador termina su contrato anticipadamente sin firmar otro, se le exige pagar el valor restante de dicho contrato. Si ya firmó con otro club, el valor del nuevo contrato se deduce de la indemnización, y en ciertos casos, puede añadirse una compensación adicional.
Además, se aplican sanciones deportivas tanto a jugadores como a clubes cuando la rescisión ocurre dentro del periodo protegido del contrato. Para los jugadores, estas sanciones suelen ser una suspensión de hasta cuatro meses para participar en partidos oficiales, que puede extenderse a seis meses si hay circunstancias agravantes. En el caso de los clubes, podrían enfrentar la prohibición de inscribir nuevos jugadores durante dos periodos consecutivos de transferencias si se demuestra que indujeron la ruptura del contrato con la finalidad de que las decisiones unilaterales sin causa justificada tengan consecuencias claras.
El artículo menciona que estas disposiciones pueden ser ajustadas por acuerdos colectivos nacionales que prevalezcan sobre las normas de la FIFA. Asimismo, prohíbe que terceros se beneficien del derecho a la indemnización y establece que las partes involucradas (jugador y nuevo club) tienen la responsabilidad conjunta de cubrir el monto correspondiente.
Tras el caso de Las Diarra, si las regulaciones se adaptan para alinearse con la sentencia, los clubes podrían enfrentar incertidumbre en la negociación de contratos o transferencias, especialmente en situaciones en las que se deseen retener jugadores clave o proteger inversiones realizadas en fichajes. Primero, al redefinir las consecuencias de la ruptura de contratos sin causa justificada, se abre la puerta a que jugadores puedan recurrir a instancias como el TJUE para impugnar decisiones previas de la FIFA o el TAS. La lógica es que la esclavitud ya ha sido abolida por lo que toda persona puede trabajar con el empleador que deseé y, por tanto, aunque existe un contrato, los clubes ya no se podrían oponer a las salidas de los futbolistas de manera tajante (aunque todavía existe la posibilidad de que puedan exigir una indemnización, todo según el caso).
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