Jugadores, miembros de los cuerpos técnicos y directivos de ambos equipos desearon permanecer en silencio tras un atentado en Alemania
El Bayern Múnich cerró el año con una destacada victoria por 5-1 ante el RB Leipzig, pero lo que podría haber sido una noche de celebración quedó empañado por los trágicos sucesos ocurridos en Magdeburgo durante el partido. “Recibimos las noticias mientras jugábamos. Por eso decidimos cancelar nuestra ceremonia de Navidad”, explicó Jan-Christian Dreesen, director general del Bayern. “Aunque terminamos el año con una ventaja importante en la tabla, hoy nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias”.
El ambiente tras el encuentro dejó en claro que el deporte había pasado a un segundo plano. El técnico del Bayern, Vincent Kompany, expresó su pesar al declarar: “Hablar de futbol en este momento no tiene sentido. Lo más importante es que haya paz y que todos encuentren consuelo en estos momentos difíciles”. Desde el banquillo rival, el entrenador del Leipzig, Marco Rose, también compartió su sentir: “Recibí noticias desde Magdeburgo y, francamente, es difícil centrarse en el partido cuando suceden cosas tan dolorosas”.
A pesar de la contundencia en el marcador, los jugadores también mostraron su sensibilidad hacia la tragedia. Harry Kane destacó el buen desempeño del equipo, pero fue claro al mencionar que “hay ocasiones en las que el futbol no importa tanto. Nuestros pensamientos están con quienes están sufriendo”. Por su parte, Thomas Müller comentó lo impactante que fue recibir la noticia: «Nos enteramos después del partido. A menudo es difícil de clasificar. Estamos concentrados en el deporte, metidos de lleno en el túnel y luego te enfrentas a la realidad una y otra vez”.
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