La leyenda del Hamburgo señala que el futbolista del Bayern sería tan bueno como Kylian Mbappési se comprometiese más
Previo al partido entre Países Bajos y Alemania que culminó en un empate a dos goles por la Liga de Naciones de la UEFA, el exjugador de la selección neerlandesa y figura del Hamburgo hace dos décadas, Rafael van der Vaart, criticó duramente a Leroy Sané, extremó del Bayern München que no pudo jugar con la selección germana por estarse recuperando de una operación de la ingle.
«Espero que se despierte de una vez, que alguien le dé una patada en el trasero. Desde mi punto de vista, solo utiliza el 20 por ciento de sus increíbles cualidades. Y eso ya es suficiente para brillar. Imagínense lo que pasaría si realmente se esforzara. Ya tiene 28 años. Creo que debería haber estado al nivel de Kylian Mbappé desde hace tiempo».
Canterano del FC Schalke 04, Sané vivió sus mejores de 2016 a 2020 con el Manchester City de Pep Guardiola y luego fue fichado como la gran estrella alemana por el Bayern München en el verano del 2020 a cambio de 49 millones de euros más 11 en variables. Sin embargo, desde que aterrizó en tierras bávaras, siempre ha dado la impresión de ser un futbolista irregular, muy a pesar de sumar la nada despreciable cantidad de 48 goles y 46 asistencias en 175 partidos.
Más allá de su baja forma, se dice que en el Bayern buscarán extender su contrato ya que, como van der Vaart, confían en sus capacidades. El propio seleccionador alemán, Julian Nagelsmann, parece todavía mantenerlo en el radar del combinado nacional: «Es un jugador importante para nosotros, que siempre puede hacer cosas muy especiales, que puede decidir partidos igualados. Es un personaje muy agradable, que en general es fácil de dirigir y que no se rebela».
Todavía en rehabilitación, es probable que Sané vuelva a jugar este sábado 14 de septiembre ante el KSV Holstein; no obstante, el propio futbolista no se compromete a hacerlo: «Lo hemos dejado abierto a propósito para darme tiempo hasta que pueda decir: todo se siente perfecto. Vamos por buen camino. Ya veremos cuándo será el momento»
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